Un
circuito de luces en cadena
Que se van encendiendo
a
través de los tiempos…
Punto de unión,
sello de identidad,
Escudo que se lleva grabado en el alma
–invisible- ellos míos, yo de ellos,
en la no pertenencia,
Con las alas abiertas
al vuelo cada uno.
Y al pasar por los cielos bandadas,
multitudes,
de seres o de aves…
Yo distingo los míos, los conozco, los amo.
Familia ayer, hoy y mañana,
Solo
una vid y tan solo un viñedo,
Cultivos
y fermentos exquisitos
en procesos variados,
Uvas y vinos
dulces en cosecha,
Ebriedad
de ternuras.
Familia
aquí, hoy, Chile,
4 generaciones de la mano
Celebrando la vida...
Somos polvo de
estrellas para el mundo
Arquitectos de pequeños y de grandes cielitos,
Mineros
excavando tesoros escondidos,
Sembradores
eternos
de amor,
de Paz, de gozo.
Gracias Dios, tu,
el dador de la vida,
Gracias por
ese néctar dulce
Que has puesto a circular en nuestras venas,
Gracias Dios, Gracias
Vida, Gracias familia.
AMEN.